La zona
- August 6, 2018
- J. Francisco Martín Lisaso
«El pinchazo es repentino. Se lleva las manos al pecho de forma automática, apenas un momento antes de caer al suelo por el dolor. Una presión punzante le irradia desde la altura del esternón, extendiéndose a través de hombros y cuello y llegando a atenazarle los brazos y la mandíbula. Tiene la espalda completamente empapada de pronto de un sudor frío. Durante un instante percibe el sabor del páni…